miércoles, 21 de agosto de 2013

La mujer maniquí

Un día al hospital llego una mujer con una bata blanca y cubierta de sangre, todas las personas las personas que estaban allí corrieron fuera del hospital, porque la mujer era prácticamente un maniquí, el personal del hospital la llevo en una camilla, llego el paramédico y examino a la mujer, la maniquí espantaba todas las enfermeras y pacientes que estaban allí, poniendo incomoda a la mujer. Los paramédicos no sabían que podría tener, derramaba sangre por montones y ella solo sonreía. Ella no respiraba también su corazón no latía y su piel era dura y suave. De repente los pacientes y paramédicos comenzaron a mirarla, cuando la mujer maniquí dijo “¿¡Porque me miran!?” los paramédicos no respondieron y la maniquí dijo “¡Dejen de mirarme, yo soy una persona normal!” ella se descontrolo y las enfermeras trataron de mantenerla calmada y como ella tenía una fuerza descomunal, votando a las enfermeras. Cuando el paramédico la miro ella abrió una gran boca, mostrando unos grandes y afilados dientes y se abalanzo sobre el médico. Haciendo que los pacientes y enfermeras salieran corriendo del lugar y los demás paramédicos ayudando al doctor en apuros tratando de no herirse con sus filosas garras. La Mujer con sus filosos dientes mordió en el cuello al médico, sacando un gran pedazo de piel y carne de su cuello, la mujer se paró y empezó a caminar por los pasillos del hospital, abalanzándose contra la persona que veía. La maniquí entro a la sala de pediatría, comiéndose a los doctores y a los niños de ahí dentro, solo un niño sobrevivió, porque se escondió bajo una mesa. Ese niño tenía unos 11 o 12 años pero era muy inteligente, vio una hacha de emergencia este no dudo en quebrar el vidrio con un extintor. El niño tomo el hacha y salió al pasillo, la mujer no estaba en ese pasillo así que fue a ver todo el hospital en busca del maniquí, mientras tanto la mujer estaba en la farmacia mordiendo a las enfermeras escondidas allí y dejando charcos de sangre en el piso. El niño escucho gritos y fue directamente a la farmacia. La mujer se encontraba de espaldas así que el niño aprovecho de clavarle el hacha en la cabeza pero la mujer fue más rápida y se dio vuelta y le dijo “yo soy dios…” el niño quedo sorprendido y otra vez sin miedo le clavo el hacha en la cabeza, la mujer callo hacia atrás y murió. Aun dicen que la mujer revivió y está en busca de sus próximas victimas… By: Catalina Mejias

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